viernes, 8 de julio de 2011

IMAGENES DE PERSONAS FELICES





¿CREES QUE EXISTE LA AUTENTICA FELICIDAD?

Nosotras decidimos hacer a varias personas que estudian actualmente en la Universidad Católica Santo Domingo la siguiente pregunta: ¿Crees que existe la autentica felicidad? y esto fue lo que contestaron:

  1. Marial Valenzuela: Existe la auténtica felicidad, lo que no existe es la felicidad total o por lo menos no permanentemente, lo que hay que saber es enfocarse en las cosas que lo hacen a uno feliz. 
  2. Ana da Cunha: Entiendo que si, ya que la auténtica felicidad está en Cristo.
  3. Carolina García: La auténtica felicidad existe, en Cristo y solo en él.
  4. Abrahan Portalatín: La felicidad es tu estado naturaal, el apego a las cosas, es lo que te es lo que te la disfrasa, eres feliz es solo que estas dormido.
  5. Marielle Bordas: La auténtica felicidad no existe, es un estado que tiene que ver con el ánimo particular de cada persona y, como seres imperfectos, siempre nos encontraremos en circunstancias que nos hagan necesitar algo más, lo que nos permitirá la felicidad.
  6. Sara Medina: Yo creo que sí existe la auténtica felicidad, ya que cuando estamos bien con nosotros mismos nadie nos puede amargar.
  7. Ana Paola Medina: Yo creo que sí existe pero es muy difícil encontrarla.
  8. Jeasier Castillo: La auténtica felicidad si existe, ya que cuando tu mundo está perfecto nada te puede quitar la felicidad. 

jueves, 7 de julio de 2011

VIDEO DE LOS 18 CONSEJOS PARA SER MAS FELIZ

EL TEST DE LA FELICIDAD

A continuación, te proponemos una serie de preguntas que te ayudarán a descubrir si vas por el buen camino para encontrar la felicidad. Piensa muy bien antes de contestar y selecciona solamente una opción:

1. Esa(e) niña(o) te gusta muchísimo, pero ya has intentado todo y no la(lo) puedes conquistar. ¿Qué haces?
a) Lo has pensado tanto que mejor ya lo dejas por la santa paz, pero la tristeza te invade.
b) Ya lo asimilaste; respetas su decisión y te respetas a ti mismo.
c) Piensas: “pues ya ni modo, el intento se hizo”.
2. Te urge tener tu propio coche. Quieres ser libre e independiente; pero… Aunque te duele aceptarlo, todavía eres menor de edad.
a) Tus papás te dicen que todavía no tienes edad. Insistes; no los haces cambiar de opinión y te invade un enojo incontrolable.
b) Entiendes que tienes que esperar hasta ser mayor de edad.
c) Te dicen que no y, la verdad, ¡te vale! 
3. Tienes el cabello realmente horrible...
a) No lo aceptas por nada del mundo. Ya no sabes qué hacer.
b) Te ríes de tu cabello y tratas de arreglarlo lo mejor que puedes.
c) Ya aprendiste a aceptar que todo el mundo te diga algo “desagradable” de tu cabello.
4. Por más que intentas ser amigable, no tienes un grupo de amigos. 
a) Le echas la culpa a los otros.
b) Lo piensas y reflexionas. Si todos huyen de ti, es por algo que estás haciendo mal.
c) Te aíslas y te empiezas a acostumbrar a estar solo(a).

5. Tu mamá siempre te dice que eres muy burro(a). Algunas veces, tú ni sabes por qué...
a) Te prometes que la próxima vez que esto suceda, le vas a contestar.
b) La próxima vez, le preguntarás por qué te dice eso. Quizá solamente sea de cariño.
c) Ya te acostumbraste y no te importa.

6. Tu mejor amigo organizó su fiesta de cumpleaños y la verdad le salió ¡excelente! Todo el mundo salió fascinado.
a) Te dio envidia y quieres organizar una fiesta mejor.
b) Te da un gusto enorme.
c) Admites que solamente te la pasaste bien en la fiesta.

7. Tienes 2 hermanos y siempre están peleando.
a) Te pones del lado del que en tu opinión tiene razón.
b) Por lo general, tratas de mediar entre ellos. 
c) Dejas que se acaben matando.

8. Tus papás no te dejan ir de antro, eso te...
a) Hace enojar de tal manera, que les retiras la palabra por días.
b) Hace escuchar sus razones y aceptarlas; ya vendrán otras invitaciones.
c) Hace que aceptes sus “órdenes”.



SI CONTESTASTE SINCERAMENTE, PREPÁRATE PARA LAS RESPUESTAS:
Mayoría de A: No eres feliz porque no quieres. A todo le encuentras “peros”. Tus emociones te dominan y eso está muy mal. Tu actitud no es la correcta; tomas las cosas que te rodean muy mal. Te cuesta mucho trabajo aceptar las cosas como son y, lo peor del caso, es que aunque las niegues seguirán estando allí. Reaccionas así porque, en toda situación, te sientes como “patito feo”; también le das a lo material mucha importancia. 

Lo que te puedo decir, es que no son las cosas o situaciones las que te hacen feliz o infeliz, sino lo que tú permites que hagan contigo. Empieza por examinar tus sentimientos; ¿puedes controlarlos?, ¿qué es lo que más te cuesta aceptar de tu entorno y de ti mismo? ¡Ser feliz depende de ti mismo, de aceptarte y aceptar lo demás y a los demás!


Mayoría de B: ¡Felicidades! Te podría decir que tienes una vida feliz. Sabes vivir el momento, aceptas las situaciones como son y sabes reflexionar acerca de ellas. Te has aceptado como eres y eso ha hecho que tu autoestima se encuentre en un nivel estable. ¡Tienes una actitud muy favorable a la vida!


Mayoría de C: Es sorprendente tu actitud de indiferencia para con todo y todos. La vida es para que la vivas y para que seas feliz. No puedes pensar que con tal de no tener problemas vas a lograr la felicidad. Si sigues así, un día vas a voltear la cara y vas a decir: “¡y pensar que pude hacer más!” La felicidad se consigue a fuerza de trabajo. Créeme, no llega por arte de magia.
Este test fue extraído de la página catholic.net.

GRADOS DE LA FELICIDAD

Primer grado: Disfrute 

 Experimentar momentos de deleite, placer emocional. Recostarse plácidamente en la arena, olvidando todos los problemas, para tomar el sol. Estos sentimientos pueden provenir de muy diversas fuentes: un paseo en bicicleta, una hoguera con los amigos, la contemplación del cielo en una noche estrellada.

No está mal, desde luego, escapar de los problemas de vez en cuando para airearse, pero no debemos confundir estas «escapadas» con la verdadera felicidad. La experiencia nos enseña que la superficialidad suele desembocar en la insatisfacción. 

Segundo grado: Alegría 

La alegría y el gozo son muy parecidos; a veces no se pueden distinguir. Sin embargo, hay entre ellos tres diferencias notables: 1. La alegría puede ser ilusoria, mientras que el gozo es siempre auténtico. 2. La alegría es transitoria, mientras que el gozo es permanente. 3. La alegría sigue siendo, esencialmente, un sentimiento, mientras que el gozo es un estado habitual, un modo de ser. 

San Agustín distingue muy bien entre la alegría y el gozo. Para él, el gozo es «la alegría en la verdad»; la alegría puede ser provocada por una causa buena o mala, mientras que el gozo siempre es fruto del bien (porque es en la verdad). Uno puede sentir alegría al pecar. Un esposo adúltero puede sentirse «alegre» cuando se encuentra con su amante en una cita clandestina. Un atracador de bancos puede sentir «alegría» cuando logra un golpe perfecto, dejando a la policía totalmente confundida. Hay una alegría buena (que brota de las cosas buenas) y una alegría perversa (que brota de las cosas malas). 

Quien peca puede sentir alegría, pero no gozo. El pecado es una forma de mentira; el gozo se funda en la verdad.

 
Tercer grado: Paz 

La paz es el tercer grado de felicidad. Consiste en la ausencia de conflictos, divisiones y de todo aquello que pueda perturbarnos o inquietarnos. La paz es ausencia de temores, angustias, dolores o lágrimas; la paz es reposo después del tráfago del día, serenidad después de las prisas, tranquilidad después de reconocer los fallos cometidos; la paz es eso que se experimenta cuando al final todo se arregla. 

Podríamos decir, incluso, que la paz y la felicidad son la misma cosa. De hecho, en la Sagrada Escritura se entiende la paz no sólo como la ausencia de todo mal, sino también como la presencia de todo bien. Para el hombre de nuestro tiempo, la paz se asocia normalmente con el reposo y la liberación de todo esfuerzo. En este sentido, la paz es necesaria para la felicidad, pero no es la felicidad en sí misma. La felicidad es un bien real, y no sólo la ausencia de otra cosa. 


Cuarto grado: Gozo 

Boecio, uno de los más grandes filósofos cristianos, describe la felicidad como «el bien que, una vez alcanzado, no deja espacio para desear otra cosa. Es la perfección de todos los bienes y contiene en sí todo lo que es bueno». Más adelante añade: «La felicidad es el estado perfecto por la posesión de todo lo que es bueno». Esta es la verdadera y perfecta felicidad. Esto es lo que en realidad anhelamos. El gozo consiste en poseer y disfrutar el bien.

La felicidad no consiste en tener todo lo que uno quiere. No siempre queremos lo que nos puede hacer felices. Para ser felices, necesitamos no sólo poseer lo que queremos, sino aprender a querer lo que es bueno. 




¿Qué es la Felicidad?

La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.

Como grupo consideramos que la Felicidad es el estado en que se puede encontrar una persona que ha logrado sentirse bien con sigo mismo y con el medio que los rodea y en donde se da una satisfacción y alegría cuando se alcanza una meta deseada.